YA LO HE DECIDIDO
Ya lo he decidido, quiero que me llames Mamá.. sí, eso, Mamá. Si te parece bien, claro…
Mamá.. Qué hermosa palabra. No alcanzo a imaginar si quiera cuánto de mágica me parecerá entonces, en unos años, o apenas meses, cuando lo oiga de tu pequeña boquita.
Mamá.. No puedo recordar en qué momento tomé conciencia de que era ella, esa preciosa mujer que hacía las veces de mi coraza. Imposible acordarme de los primeros meses en su regazo, más aún antes, cuando las dos éramos una. Todo cuanto recuerdo comienza tras sus dudas, sus miedos e inquietudes, cuando consiguió manejar la situación como si hubiese sido líder de una gran manada en lugar de madre primeriza. Eso hoy, aunque no me enorgullezca demasiado, en mi aventura me alivia sobremanera.
“Mamá”. Fue lo primero que musité al oído de tu Mami cuando mirando ese pequeño trocito de plástico blanco me dijo que por fin crecía una persona dentro de ella. Acaricié su tripita, imaginé como serías. Hoy, cada día, a cada rato que os tengo cerca vuelvo a hacerlo, y aunque sentiré tus pataditas como leves latidos desde el otro lado de la piel, a cada golpe se me encogerán a mí también las entrañas. Tengo la absoluta firmeza de que, aunque en mi dolor no esté tu primer instante me enamoraré de ti y gravaré a fuego en mi memoria como ella tu fiesta de bienvenida entre sollozos.
Y para cuando en el cole te pregunten quien de las dos es tu mamá nos habremos querido tanto, cuidado tanto, habremos reído tanto las tres juntas que sobrarán respuestas para hacerles entender que una madre puede o no haberte llevado dentro nueve meses, pero sin duda es quien te lleva dentro siempre, el resto del tiempo, en su cabeza, en su corazón, en el resto de su historia desde que asomas a la vida. Y eso tú, mi niña, no dudes que lo tendrás, y además por duplicado.
Sin más me despido por el momento… no sin decirte que mentiría si dijese que no añoro y fantaseo con llevarte dentro de mí por unos instantes, pero no cambio lo que tengo pues mi anhelo es tu felicidad, y tu felicidad está dentro de ella, de quien ahora es tu arrullo.
Piki Piki
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