lunes, 30 de enero de 2012

La primera noche con Lola en casa

Nadie te cuenta el gran vértigo que te invade cuando entras por primera vez en casa con una pequeña desconocida sobre un inconducible y engorroso trasto llamado carrito (que más bien debería llamarse “carrete”, por lo lioso que es). Y más vértigo da aún cuando llegan las 22:00h, se presenta toda la noche por delante y no cuelga de la cabecera de la cama un cable acabado en botón para llamar a la enfermera de turno. Toda la noche con esos ruiditos extraños.. que en el hospital la muy cachonda no hacía!!!! Y crees que se ahoga..y resulta que es un estornudo! Y luego crees que se vuelve a ahogar..y es un hipo! Y después crees que esto sin duda sí es un ahogo.. y es que ha regurgitado!. Entonces miras a la otra parte contratante y resulta que tiene la misma cara de pánico que tú. En fin, un deleite. Pero luego mirábamos a Lola y jo……merecía la pena.
La lactancia no estaba totalmente establecida pasados los tres pimeros días, aunque algo iba saliendo y Lola no se quedaba con hambre, pero el pánico me llevó derechita a la farmacia, por si las moscas. Compré un bote de leche, aconsejada por la farmacéutica con quien aproveché para desahogarme. Y dentro de sus palabras de apoyo me dice que ella tiene tres hijos y que con los tres la primera noche en casa fue una de las peores de su vida. Gracias amiga farmacéutica, gracias a ti dejaron de temblarme las piernas…¡PARA COMENZAR A TEMBLARME TODO EL CUERPO!. No fue necesario abrir el bote, pero nos dio tranquilidad.
También estaba el tema de la temperatura.. no los abrigues mucho, te dicen, que no es malo que tengan las manitas frias mientras el cuello se lo notéis caliente. ¿Con qué conciencia se arropa una con el nórdico hasta las orejas en pleno noviembre cuando tu recién estrenado retoño tiene estalagmitas en las manos? Pero..si le pones algo encima del saquito piensas.. ¿y si se mueve, se lo echa en la cara y se ahoga?! (ya..diréis que qué manía con lo de ahogarse, recordad que hablamos de esa gran y particular noche..). Así que sacas los brazos del edredón para que la conciencia también se enfríe. En fín, un dramón de noche.
Y todo esto yo, sin hormonas. Así que no quiero ni imaginarme… Mi aplauso más enérgico para Nuria, y para todas las que afrontáis esa noche con la progesterona saliendo por las orejas.
Sara

Y por fin el gran día..(Escrito el 16 de diciembre por Piki Piki...Sara!)

Por fin llegó el momento. Por suerte o por desgracia el tiempo corre irremediablemente y a todo se llega.
Esto es precioso. Los que habéis pasado por esto lo entenderéis, yo desde luego no lo entendía antes de vivirlo en mis propias carnes. Es mucho mas de lo que uno se imagina cuando ve la escena desde fuera. Es como..que se te sale el amor por las orejas incontrolablemente.
El 12 de noviembre comenzamos a ser un equipo de tres. La experiencia del parto en sí fue muy mala, pero no os voy a cargar con eso, cada uno tiene su historia irrepetible así que para que crear antecedentes..
Lo importante es que ambas están bien.
Cuando la toqué por primera vez no podía creermelo..¿estaba dentro de Nuria? no puede ser!! un cachito de ella delante de mi, con su cara de cabreo (supongo que por haberla sacado de ahí, con lo agustito que ella estaba..). Fue cesárea y conocí a la pequeña Lola desde el otro lado de la incubadora, sin haber visto siquiera a Nuria ni saber cómo estaba. Por primera vez en mi vida me sentí absoluta y totalmente dividida, algo que nunca había sentido, una sensación que me venía grande. No sabía hacia dónde tirar...¿dejar a la nenita sola allí (bueno, sola no, con las enfermeras..pero sin mi)? ¿y Nuria? tenía que esperar a que salieran los médicos, a saber algo de ella, estaba preocupadísima..así que allí dejé a mi nuevo amor, que me había encantado y enamorado en minutos y desde la distancia, para esperar a ver a la triunfante mamá. Las primeras horas fueron duras, Nuria en reanimación y Lola en incubadora (aunque solo en observación), cada una en un lado y sin poder estar con ellas. Pero lo que pensé que me pasaría no me pasó. Pensaba que tooodo mi corazón estaba ocupado y que para que entrara otro tipo de amor tendría que salir del que ya estaba, ¡pero no! El tamaño se duplicó, ahora me debato entre preguntarle a Nuria primero por ella o por la niña cada vez que las llamo desde Valladolid (porque si, lamentablemente estamos separadas, ellas están en Madrid de momento..). La mala experiencia me hizo ver que Nuria es mucho más importante para mi de lo que creía, que ya era mucho, y que la pequeña era su precioso regalo del que después de todos estos meses, y sin conocerla, ya no podría prescindir.

Lola es...genial. Es muy espabilada, pero tranquila. Dormilona pero quejica. Una escorpio en toda regla, como su madre. Pesó 3,360 kg, y ya, a un mes y 4 días pesa 4,500 kg. Está unicamente con lactancia materna, su esfuerzo le ha costado y cuesta a Nuria. Midió 50 cm, y ya ha aumentado unos 3 o 4. Le encanta dormir en la cama grande con nosotras, ahí puede aguantar hasta 7 horas del tirón, y en cualquier otro sitio solo unas 3, a veces menos. Le gusta el baño solo cuando el aguita está algo más caliente de lo que marca el termómetro como óptimo, y que le canten "pequeño planeta". Tiene unas orejas pegaditas pegaditas, todo el mundo lo dice, son perfectas. La naricilla y los morretes son de mamá, tan preciosos como los suyos. No le gusta mucho el chupete, pero si le metes el meñique en la boca se le ilumina la cara. Le cuesta despertarse, se puede tirar 5 minutos desperezándose tranquilamente, con ruiditos que molan un montón. De momento es todo lo que sabemos de ella, de sus gustos y sus maneras, pero aún así la queremos más que a nada. Y llegado a este punto puedo asegurar que, sin dañarse ella ni a nadie, haga lo que haga, sea como sea, decida lo que decida, le guste lo que le guste, nos tendrá a su lado, adorándola y ayudándola.

Sara